1963 - Un adolescente gringo prodigio en todo lo que abarca con intelecto, más un papanatas en cualquier cosa física (deporte, danza, tocar un instrumento musical...). A pesar de esa falta de talento, presenciando el comienzo de la segunda sinfonía de Mahler en la tele, con la explosión de los contrabajos en su inicio, jura “¡De allí soy!” ( O si o si). Con tal necedad, a través de miles de horas a solas dedicadas a la práctica, y con la enorme paciencia de sus maestros, Lucas Drew [Miami], James Clute [Minneapolis], y Andrés Kalarus [Xalapa], logra lo imposible: ganar un concurso para una orquesta de tiempo completo, dándole la posibilidad de dedicarse exclusivamente a subir su nivel.

Sucede un marcador de 52 audiciones concursados (38 perdidos), buscando colaborar con mejores y mejores orquestas.

En 1976 llega a la república, ganando puestos en la OSEM, y luego en la OSX. Lo nombran también maestro profesor de la UNAM cómo donde permanece allí 6 años. En el transcurso de todo eso, comprende poco a poco qué quiere ser mexicano y no “estadounidense”.

Sin embargo, por casarse con una gringa, desgraciadamente tiene que exiliar exiliarse en el E.U. ¡Diez largos años!. Tiene éxitos allá, pero siempre anhela volver a su México.

En 1994, ya libre del compromiso (¡?), logra volver, haber ganado Contrabajo Principal de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, y luego maestro profesor de la UAZ.

En 1999, gana el puesto principal en la OSUG: como nunca antes va perfeccionando su modesto arte. Está allí desde aquel entonces, siempre desarrollando, muy feliz pero nunca contento... con su nivel.

Él considera que un trabajo de tiempo completo es, ni más ni menos, una beca para seguir mejorando.